Durante el Carbonífero superior, hace aproximadamente 325 años, los Antracosaurios, quienes eran un pequeño grupo de anfibios, dieron lugar a uno de los grupos más grandes y longevos sobre la Tierra: los reptiles. Específicamente a los pequeños Catorrinomorfos. Desde un principio se suponía una gran colonización de parte de este nuevo grupo ya que presentaban importantes adaptaciones ante la deshidratación debido a sus escamas que disminuyen de manera importante la transpiración, evitando la perdida de agua, ventrículo parcialmente separado y conductos reproductores y excretor separados, y lo más importante, huevos protegidos con cascaron que no se deshidrataban aunque estuvieran expuestos en un medio alejado del agua; este también fue el momento cuando surgieron los amniotas que se caracterizan por presentar huevos con cascarón.
La independencia total de los nuevos habitantes del medio acuático fue la principal razón por la que colonizaron rápida y ampliamente la Tierra en su totalidad, para los científicos estudiosos del nuevo grupo era importante la clasificación en una nueva línea donde se describiera la taxonomía y características ecológicas de las nuevas especies, fue cuando surgió el grupo de los “Reptiles”. La nueva clasificación se organizó en cuatro grupos tomando como características principales las aberturas en la región temporal del cráneo o el número de ventanas.
Los cuatro grupos lideres de la clasificación son: Arcosaurios (Clasificación a la que perteneces los cocodrilos actuales), Lepidosaurios (Clasificación a la que perteneces los lagartos y serpientes actuales), Ictiosaurios (Sin ejemplares vivos en la actualidad) y Seuropterigios (Sin ejemplares vivos en la actualidad).