Las serpientes u ofidios se caracterizan por tener un cuerpo alargado carente de extremidades. Algunas de estas son venenosas y utilizan el veneno para matar a sus presas y poder alimentarse de ellas. Existen más de 2900 especies diferentes de serpientes por lo que podemos encontrar serpientes en casi todos los climas, regiones y zonas del planeta salvo en la Antártida.
Las serpientes generalmente se alimentan de animales vertebrados como pueden ser anfibios (ranas), otros reptiles como pueden ser otras serpientes, aves o mamíferos. Las serpientes que se alimentan de sus presas vivas siempre lo harán empezando por la cabeza. Estas además no pueden desplazarse por largas distancias por lo que suelen vivir en zonas muy localizadas.
A lo largo de los meses fríos las serpientes no estarán muy activas por lo que será complicado notar su presencia. Como animales de sangre fría, necesitan del calor externo para funcionar ya sea para salir en busca de sus presas o para mantener su corazón bombeando sangre.
Las serpientes más pequeñas pueden llegar a vivir una media de doce años mientras que las más grandes pueden llegar a sobrepasar las cuatro décadas. Esto es un dato importante a tener en cuenta si estás planteándote tener una serpiente como mascota. Son muchos los aspectos que debes tener en cuenta ya que dependiendo de la especie que elijas requerirá unas condiciones y una alimentación específica por lo que lo ideal sería poder asegurar todos y cada uno de dichos requisitos antes de adquirir uno de estos reptiles como mascota.