Los lobos son mamíferos carnívoros pertenecientes a la familia de los cánidos. Hace años los lobos eran cuantiosos en número y se podían encontrar sin dificultades en Norteamérica, Oriente Medio y Eurasia. En la actualidad su número se ha visto drásticamente reducido por actividades como la caza por lo que se ha reducido el ámbito de su área de influencia.
El lobo se caza porque es un depredador natural de diversas especies que se crían como ganado por lo que supone una amenaza para estas explotaciones. Esto ha provocado como comentábamos que por ejemplo en Estados Unidos esté considerada como una especie en peligro de extinción en su territorio.
Los lobos como depredadores naturales viven en bosques, montañas, praderas e incluso en tundras. Como ocurre con los zorros, su anatomía varía en función de la zona geográfica en la que nos encontremos así en climas cálidos poseerá poco pelaje y orejas grandes mientras que en climas más fríos dispondrá de un pelaje más grueso y orejas más pequeñas. La altura como el peso también será diferente en cada raza pero lo normal es que midan entre un metro y los dos metros y pesen una media de cincuenta kilos.
Los lobos, además, son capaces de realizar grandes distancias y son capaces de cubrir dichas distancias a un ritmo de nada despreciable de diez kilómetros por hora. En las persecuciones pueden alcanzar velocidades por encima de los sesenta y cinco kilómetros hora y cubrir distancias de más de cinco metros entre salto y salto. Esto los hace ser unos excelentes depredadores.