La principal fuente de alimentación de estos rumiantes son los granos y el follaje cuando se encuentran en estado salvaje, cuando se trata de ejemplares domesticados, su alimentación es complementada con suplementos alimenticios con altos niveles de minerales y vitaminas. En el caso de las cabras domesticas, su forma de vida y su alimentación dependen directamente del objetivo productivo del animal, ya sea para obtener lana, leche o para consumir su carne, de este mismo punto dependerá el tiempo que se encuentre en lactancia.
En cada etapa de su vida, este animal tiene diferentes hábitos alimenticios, de manera general se dividen de la siguiente forma: Al nacer la cabra bebé se alimenta exclusivamente de leche materna, ya que aún no tiene desarrollados sus órganos para procesar materiales sólidos, después de que hayan transcurrido 15 días, podrá complementarse su alimentación con pastos tiernos y suplementos para ayudar a su desarrollo, posteriormente cuando hayan transcurrido 50 días la leche materna se retira y continúa consumiendo pasto tierno. Cuando han llegado a una edad adulta, se alimentan exclusivamente de pastos, éstos pueden ser frescos o secos, grandes cantidades de agua, complementos vitamínicos y sales minerales.
Cuando la alimentación de la cabra se lleva dentro de un establo, habrá un lugar establecido donde esté el alimento, el agua y las sales minerales; cuando se trata de individuos de pastoreo la cabra elegirá las sales y el pasto que más le agrade. Lo curioso curiosidad en estos animales es característica, por lo que no será raro verlos probar materiales como ropa, alambres, plástico, insectos, etc.