Oceanía, uno de los continentes más antiguos del planeta, posee una fauna característica y única, así como una vegetación excepcional y maravillosa, en este continente sorprendente se encuentra el país de Australia, pocas especies animales han sobrevivido al paso del tiempo en esta región, uno de estos pocos ejemplares es “El demonio de Tasmania” una especie de marsupial parecido a un pequeño, musculoso y robusto perro, de pelaje oscuro; aún cuando tiene un cuerpo pesado es capaz de desplazarse rápidamente y trepar árboles sin mayor problema. Esta singular criatura despide un olor fétido cuando se siente amenazado y tiene hábitos alimentarios muy extraños.
Es un carnívoro carroñero de talla grande, en ocasiones casa su propio alimento, atacando presas pequeñas como serpientes y roedores, mas generalmente come carroña de animales que mueren por enfermedad o al ser atacados por depredadores mayores. Curiosamente el demonio de Tasmania utiliza las extremidades anteriores para llevar el alimento a la boca, tal como lo hacen los homínidos, generalmente son animales solitarios, cuando encuentran comida la ingieren solos, atacando con mordidas y fuertes gritos a cualquier visitante que amenace con llevarse su alimento, sin embargo cuando existe abundante alimento pueden llegar a compartirlo con un grupo pequeño.
El demonio de Tasmania ha desarrollado características de adaptación sorprendentes, por ejemplo; es capaz de regular su temperatura, elevándola por la noche cuando la del ambiente disminuye y disminuyéndola cuando se encuentra casando o merodeando por los pastizales, de este modo puede mantenerse activo en cualquier momento del día sin peligro de deshidratarse.