El 19 de julio del año 1969 la nave llamada “Apolo 11” se puso en órbita alrededor de la luna, abordada por los estadounidenses Neil Alden Armstrong, Michael Collins, y Edwin E. Aldrin, siendo la primera misión tripulada por humanos y el primero en llegar a la superficie lunar , el Apolo 11 fue impulsado por el cohete Saturno V desde la plataforma LC 39 A lanzado desde su ubicación en Cabo Kennedy en el estado de Florida de Estados Unidos de Norteamérica, oficialmente se conoció como AS-506.
En realidad una nave espacial necesita despegar anexando dos cohetes y un inmenso tanque de combustible ya que no simplemente despega como lo hace un avión, éste es el proceso únicamente para poder salir de la atmósfera, para poner en órbita a una nave se lleva a cabo un proceso un poco más complicado que incluye motores iónicos para poder lograr que el transformador espacial obtenga cierta velocidad, así como para lograr que tenga una trayectoria especifica que en la mayoría de los casos es horizontal.
El trasbordador espacial necesita alcanzar velocidades iguales a 7,68 kilómetros por segundo o bien 27,650 kilómetros por hora, para así poder mantener una órbita casi perfecta, misma en la que se mueve en la estación espacial internacional, es esencial que los dos objetos se muevan a una misma velocidad , trayectoria y ángulo para así tomar un acoplamiento perfecto, sólo así logrará tener una aceleración específica que mantendrá la nave en la dirección requerida y pueda recorrer la distancia para la que se creó.