Actualmente el termómetro es un instrumentos común, comercial y muy eficaz para la medicina, este instrumento es muy popular y fácil de encontrar dentro de casi cualquier casa, obviamente el uso que se le da es en general para medir la temperatura corporal, pero en realidad no es el único uso que se le puede dar, por ejemplo, se puede llevar a cabo una medición de la temperatura del ambiente en el interior o exterior de la habitación e incluso en ocasiones, los cocineros lo utilizan para medir la temperatura de un platillo y saber si está bien cocido.
El termómetro funciona respetando la dilatación térmica del metal, la mayoría de los metales se dilatan cuando son expuestos al calor y el mercurio no es la excepción, el mercurio es muy sensible a la temperatura del ambiente, por esta razón todos los termómetros están fabricados con mercurio, éste se dilata cuando está sujeto al calor. Al estar dentro de un recipiente se puede medir el grado de expansión y obtener una lectura.
Cuando el mercurio en el interior del termómetro recibe el calor, experimenta una dilatación que hace que recorra el tubo del termómetro, cuando el mercurio atraviesa una escala numérica es cuando se puede medir la temperatura del organismo, o de lo que sea que se esté midiendo, en la mayor parte del mundo la escala de los termómetro están en grados celsius (°C) sin embargo a nivel industrial los termómetros se gradúan en grados farenheit (°F) debido a las altas temperaturas que deben ser medidas.