Para que una pila genere electricidad se debe llevar a cabo un proceso químico en donde se origina energía eléctrica a partir de energía química. Las pilas en su interior contienen tres sustancias químicas y electrolitos, las sustancias al unirse reaccionan entre sí provocando que un gran número de electrones se muevan rápidamente en el interior generando grandes cantidades de energía.
Cada sustancia tiene un papel especifico, mientras la sustancia A y B liberan electrones, la sustancia C los acumula, quedando cada sustancia cargada positiva o negativamente, una vez que cada sustancia posee una carga, la cargada positivamente migra a un polo para liberar electrones y la negativa los aceptará, manteniéndose cada una en su polo. La pila se encuentra cargada cuando esta reacción sucede y es capaz de liberar energía eléctrica a través de una sonda; los electrolitos servirán para conducir los iones en este mecanismo. Dependiendo del nivel de carga y el tamaño de la pila será el voltaje que transmita. A partir de éste, las pilas se dividen en categorías que son: serie A, J, N, F, G, C, D, AB, 4R25, 3R12, PC926, 996, PP9 y PP3.
Las pilas han sido usadas por más de 200 años sin embargo ha sido hasta últimos años que se ha tomado conciencia del daño irreversible que provocan las pilas al medio ambiente cuando son desechadas en ecosistemas acuáticos y terrestres, por tal motivo diversas organizaciones no gubernamentales han puesto todo su empeño en sensibilizar sobre el uso de pilas recargables.