Cómo se producen los colores

Nuestros ojos están llenos de mecanismos, cada uno con funciones simples pero importantes, que nos permiten ver. El primer paso en observar nuestro ambiente involucra a la luz. Cuando la luz se refleja en la superficie de un objeto, la luz entra al ojo a través de la pupila y es proyectada por un lente que está justo detrás del iris. La imagen posteriormente se proyecta a través del cuerpo del ojo y después a la retina – la etapa principal en donde se produce la generación de color.

La retina en el ojo humano contiene dos tipos de células visuales, o foto receptoras: conos y bastones. Los bastones son células largas y cilíndricas que permiten la visión nocturna y percibir las formas generales de los objetos.

Los fotoreceptores cónicos son los responsables de la visión diurna, la percepción del color y los detalles más finos de las cosas que observamos. Los conos se activan por una cierta cantidad de luz; a pesar de que los conos parecen proporcionar la mayor parte de nuestra visión, en el ojo humano, hay más bastones que conos.

Cuando una imagen entra al ojo en forma de luz y se proyecta en la superficie de la retina, se lleva a cabo una serie de reacciones químicas. Las señales de luz viajan a través de las células en la superficie la retina y fluyen hacia los conos y los bastones.

Los conos pueden distinguir la frecuencia de la luz que se refleja en el objeto observado. Cada color tiene su propia longitud de onda única. El color con la menor longitud de onda es el violeta, mientras que el color con la mayor longitud de onda es el rojo.

Los bastones y los conos convierten las longitudes de onda de la luz en señales eléctricas. Los fotoreceptores posteriormente envían las señales hacia las células debajo, las cuales conducen hasta el nervio óptico. El nervio óptico envía los impulsos eléctricos al cerebro, donde las señales se traducen en lo que percibimos como colores y en sí, todo lo que observamos.

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Categorias: Fisica
Ultima modificación: 10/02/2013