Bien, primero de todos hemos de saber que esas dos letras conforman un emoticono. Un emoticono es una secuencia de caracteres ASCII. El ASCII es un código de caracteres que se basa en el alfabeto latino. Se utiliza en informática y no deja de ser una representación numérica de un determinado símbolo. Los emoticonos son combinaciones de caracteres que forman caras humanas para expresar de forma rápida, por ejemplo, determinados estados de ánimo.
La existencia de los emoticonos se remonta a finales del siglo XIX, y se crearon para expresar emociones a través del Código Morse. Los emoticonos fueron evolucionando a lo largo de las décadas, pero no llegaron a tener un verdadero auge hasta la era de Internet.
Cuando comenzaron a proliferar los chats y servicios de mensajería instantánea como Messenger, sus usuarios sintieron la necesidad de expresar cosas que no se podían expresar fácilmente mediante texto, como un gesto facial o un estado de ánimo. Por ello se introdujeron los smileys como forma metacomunicativa de expresarse. Los smileys eran caras graciosas, por lo general redondas y de color amarillo, que se generaban mediante emoticonos. Así se podía comunicar de forma fácil si determinada frase causaba risa, enfado, tristeza, etc.
El primer uso de un emoticono relacionado con la informática lo realizó Scott Fahlman en 1982, quien propuso a sus colegas usar las secuencias 🙂 y 🙁 para expresar alegría y tristeza. La razón era que dichas secuencias de caracteres parecían una cara alegre y una cara triste si se las miraba con la cabeza ladeada a la izquierda. A partir de ahí se desarrollaron otros emoticonos.
Entre ellos nos encontramos con “xd” o “xD”, queriendo decir que quien lo escribe está esbozando una amplia sonrisa. Si se quisiera expresar que quien escribe está lanzando una gran carcajada, añadiría otra d al emoticono.