Una pestaña encarnada puede ocurrir por diversos motivos, en general sucede por infección o alteración en la dirección normal del crecimiento de las pestañas, causando que éstas crezcan hacia el globo ocular, provocando molestia, lesiones en la córnea e incluso, ceguera.
El tipo de tratamiento empleado para una pestaña encarnada, depende de cuál sea su causa. Cuando una persona sufre de tracoma, una enfermedad infecciosa donde la conjuntiva se inflama, se le administras antibióticos vía oral. Para quienes sufren de triquiasis, anomalía que provoca un desvío de la dirección del crecimiento de las pestañas, haciendo que rocen la conjuntiva y la córnea; en caso se presentar irritación, se retiran las pestañas anómalas por medio de una pinza; si a raíz de esto, se ha producido una inflamación en la córnea, llamada queratitis, entonces un oftalmólogo le recetará colirios antibióticos o antiinflamatorios; también, se emplean métodos como, extirpación mecánica, crioterapia y electrólisis y si ninguno de estos tratamientos da resultado, entonces se opta por una cirugía, como por ejemplo, la marginoplastia.
Otra causa de las pestañas encarnadas que requiere un tratamiento distinto, es la epiblepharon. Al igual que la triquiasis, también crecen las pestañas en dirección errónea, pero en la epiblepharon, los músculos que rodean los ojos son los culpables de empujarlas hacia adentro. Esto es más frecuente en personas asiáticas, por la forma de sus ojos, y el tratamiento que se emplea, es la cirugía plástica.
Cuando una persona presente una o más pestañas encarnadas, debe visitar a un oftalmólogo, el cual estudiará la causa e indicará el tratamiento más adecuado para cada caso. Es muy importante que no intente desencarnarse la pestaña usted mismo, ya que podría producir infecciones mayores o daños oculares.