Como la piel del rostro y cuerpo, nuestro cuero cabelludo también puede ser sensible. Está sujeto a múltiples agresiones a diario, lo que puede hacer que se fragilice.
Cuando se pone en contacto con ciertos factores como la contaminación o el estrés, el cuero cabelludo desarrolla un grado de sensibilidad elevado. Añadido al picor, hay una sensación de sequedad y el cuero cabelludo siente dolor al tacto. También puede aparecer caspa. De hecho, la flora fisiológica del cuero cabelludo se modifica y los microorganismos se multiplican. Las células de la piel del cuero cabelludo se renuevan mucho más deprisa, provocando que se forme la caspa.
Hay varias causas que provocan sensibilidad del cuero cabelludo. Puede ser debida a un desequilibrio en el proceso de secreción de sebo, lo que lleva a la irritación. La contaminación y el estrés pueden irritar también el cuero cabelludo. De hecho, la contaminación recubre el pelo con elementos dañinos que crean una película mate en el cabello y, como el estrés, genera radicales libres. Estos radicales libres modifican la estructura del cuero cabelludo y provoca cambios en el bulbo piloso.
Los siguientes elementos, muy comunes, también pueden provocar la sensibilidad del cuero cabelludo: migrañas, dolor de cabeza cervicogénico, neuralgia occipital, tumor cerebral, artritis reumatoidea, osteomelitis, enfermedad de Pager, piojos, carcinoma de células basales, un cáncer cutáneo de células escamosas, dermatitis de contacto, culebrilla, dolor en la piel o alguna lesión en la cabeza.
Un champú suave ayudará a tratar el cuero cabelludo. Para devolver el equilibrio fisiológico al cuero cabelludo, el primer paso es usar un champú suave para cuero cabelludo sensible. Otras rutinas de cuidado capilar son comer de forma sana y equilibrada, controlar el estrés o masajear regularmente el cuero cabelludo para estimular la circulación sanguínea.