Cementoma es un tipo de tumor odontogénico cuyo tejido es similar al cemento dental, el cual se ubica en la raíz de los dientes. Estos tumores, por lo general, se localizan en la parte de la mandíbula, por debajo de las muelas. Existen cuatro tipos de cementomas que producen tejidos similares al cemento: benigno, periapical, fibroma cementificante y gigantiforme.
El primero se denomina cementoblastoma benigno. Por su nombre, podemos notar que no son cancerígenos; tampoco son dolorosos cuando recién se forman, pero a medida que van creciendo pueden llegar a producir mucho dolor, ya que mueven a los dientes circundantes o pueden ocasionar malformaciones en la mandíbula. Es más frecuente que suceda a personas jóvenes, menores de veinticinco años, que aún no han desarrollado las raíces dentales por completo; ya que estos tumores afectan el crecimiento del cemento.
Es segundo, es la displasia cementaría periapical. Este es el tipo más común de cementomas, siendo frecuente en personas mayores de treinta años de raza negra; donde las mujeres son más propensas que los hombres. Afecta la zona de las raíces molares, aunque también puede producirse en la de los incisivos. Su particularidad es que presenta múltiples tumores, pudiendo fusionarse entre sí; rara vez se ha presentado uno solo. Estos son menos dañinos, porque no suelen crecer; sólo se tratan cuando llegan a tocar algún nervio provocando mucho dolor.
En tercer lugar, encontramos el fibroma cementificante. Éste se desarrolla de manera rápida, presentando tejido fibroblástico. Se producen alrededor de las raíces dentales y afectan a personas jóvenes. Deben diagnosticarse a tiempo para poder prevenir daños irreversibles en sus dientes o forma de la mandíbula.
Por último, están los cementomas gigantiformes. No son cancerígenos, pero pueden alcanzar tamaños considerables y producir malformaciones de mandíbula muy dolorosas. En este caso, es necesario realizar tratamiento a través de la cirugía, pero es realmente complejo. Afecta con mayor frecuencia a los adolescentes.