En botánica el alerce siberiano es uno de los nombres vulgares del Larix sibirica, árbol perteneciente a la familia de las Pinaceae. Es un tipo de alerce originario de Siberia occidental, que hoy en día crece también en varias zonas de Europa y Estados Unidos del norte y en Canadá. Se conoce como alerce siberiano, ruso o de Siberia. Resiste muy bien a las temperaturas bajo el cero, aunque le precisen zonas soleadas. Como todos los alerces pertenece a las coníferas pero tiene la particularidad de ser caducifolio, ya que pierde sus acículas en los meses fríos. Las acículas durante la primavera son de un verde pálido, que adquiere fuerza durante el verano, y se vuelven amarillas en otoño antes de caer. El alerce siberiano puede lograr una altura entre los 20 y los 40 metros y su tronco logra el metro de diámetro.
En comparación con otros árboles de zonas frías, su crecimiento es rápido. Empieza a semillar entre los 10 y los 15 años. La madera del alerce siberiano es muy resistente y no se pudre con la humedad, lo que hace que este árbol sea muy utilizado en la construcción de minas, para durmientes, postes y poleas. Aunque no sea su destino principal, el alerce siberiano se emplea también en la construcción de pisos de madera y de muebles. Se caracteriza también por su secado rápido y por la resistencia a los hongos. Durante la secadura podrían formarse grietas, así que las técnicas a utilizarse son bastante complejas.