El epitelio es el tejido que está compuesto por varias capas de células o tan solo una. Estas células están unidas entre sí y ya en funcionamiento cubren las zonas libres del cuerpo. El epitelio se cataloga según tres elementos: Según la forma (escamoso, cuboidal y columnar), según el número de capas (simple, estratificado y pseudoestratificado) y según la especialización (queratinizado y ciliado).
Según la forma columnar: Forman parte de este tejido las células que son más altas que anchas, parecidas a un cilindro. El epitelio del tipo columnar simple se compone solamente de una capa celular.
Según el número de capas pseudoestratificado: Solamente hay una capa celular y cada una de las células toca la lámina basal concisamente, pero no todas alcanzan la parte de la superficie aunque a veces podría parecer un epitelio estratificado.
Según la especialización ciliado: Está formado por células con extensiones de tegumento plasmático.
El epitelio columnar pseudostratificado ciliado es el más distribuido de epitelio que se puede encontrar en la mucosa de la tráquea y bronquios principales, el canal auditivo, cavidad nasal y saco lagrimal. Este epitelio puede presentar células caliciformes, es decir las que secretan moco.
La función del epitelio es proteger de lesiones o ulceraciones, transporte de moléculas, secreción de moco, absorción de materiales de un tipo, detección de sensaciones a través del sentido del gusto, de los oídos, de los ojos y algunas células del oído, difusión del paso de sustancias por medio de las paredes.
Su función, aunque no lo pareciese, es importante para nuestro organismo.