El epitelio es una capa de células que forma un tejido. Existen diversos tipos de epitelio y éstos son los encargados de revestir los espacios vacíos entre los órganos para finalmente, formar el cuerpo humano. Hay dos maneras de clasificarlos, según sus capas, simple o monoestratificado, compuesto o estratificado, seudoestratificado y transicional; según su forma, plano o escamoso, columnar o cilíndrico y cúbico. Entonces, el epitelio columnar simple sería sólo un tipo de éstos.
En cuanto a su estructura, el epitelio columnar simple se caracteriza por poseer una sola capa de células en la cual todos los núcleos poseen forma ovalada y se encuentran alineados cerca de la base celular. A veces las células presentan bordes estriados o microvellosidades. El tejido epitelial que reviste el útero, trompas de Falopio, conductos deferentes, vías respiratorias superiores (bronquiolos) y senos paranasales, se denomina epitelio columnar simple ciliado, por la presencia de cilios, que son orgánulos similares en aspecto a un pelo. Este tipo de revestimiento celular cumple la función de mover líquidos o partículas a través de conductos.
El epitelio columnar simple también reviste el tracto digestivo, desde el estómago hasta el ano, los conductos de ciertas glándulas y la vesícula biliar; en estos casos no hay presencia de cilios. Las células del epitelio que cubren la vesícula biliar, reabsorben el agua y el cloruro de sodio, manteniendo una correcta concentración en la bilis. En el caso de aquellas que revisten el tracto gastrointestinal, se les llama epitelio mucosecretor, porque cumplen la función de secretar moco.