La antralina es un medicamento empleado especialmente en dermatología para combatir diferentes clases de hiperplasias epidérmicas. Varias enfermedades que atacan la piel son atendidas con antralina, como por ejemplo la psoriasis, durante la cual la piel adquiere una textura escamosa y rojiza, acompañada de mucho escozor.
Es un fármaco tópico, aunque su uso sobre la piel suele ser durante períodos no muy superiores a los 30 minutos debido a que esta pomada puede causar irritación e incluso dermatitis si se mantiene mucho tiempo en contacto con la epidermis humana. Por ese motivo es imprescindible usarlo solo el período orientado por el dermatólogo y nunca extender esa etapa voluntariamente.
Evite el contacto con los ojos o la boca, y luego de untarla lávese las manos para eliminar los restos que pudieron quedar impregnados en las palmas de las manos durante el frotamiento de la crema. Tampoco la emplee en las zonas genitales, la cara o en aquellas zonas seriamente ampolladas en cualquier parte del cuerpo donde se encuentren.
Existen dos maneras de emplear la antralina. En una de ellas, la persona enferma aplica la crema por la noche sobre las partes afectadas y se enjuaga al día siguiente. La otra forma de tratamiento se conoce como de “contacto corto” y consiste en mantener la pomada sobre la piel apenas unos 30 minutos, luego de los cuales deberá enjuagar la parte untada. Cualquiera de estas dos formas de usar la antralina, debe ser recomendada por un doctor para evitar efectos indeseados.
El mismo consejo se aplica a la dosis de este medicamento que deberá usar, pues varía de acuerdo al paciente y a la intensidad del producto que vaya a utilizar. Es importante que observe las precauciones necesarias para la protección de este fármaco y evita exponerlo al calor y la humedad.
Como es natural: manténgalo alejado del alcance de los niños.