La anuloplastia es un tipo de cirugía que se realiza con el objetivo de estrechar o reducir la dilatación de alguno de los anillos vasculares, casi siempre el tricuspídeo o el mitral afectados por insuficiencias. Esta acción es posible de dos maneras: una más sencilla mediante sutura y otra un poco más compleja a través de la implantación de una prótesis en forma de anillo.
La primera de ellas fue generalizada en el tratamiento de la insuficiencia tricuspidea por el doctor español González de Vega. Este tipo de insuficiencia se genera a partir de la no existencia de coaptación de los velos, también conocidos como compuertas del corazón. El galeno ibérico tuvo la suficiente agudeza y sensibilidad para percatarse de que la solución consistía en la reducción quirúrgica del anillo tricúspide para aproximar estos velos, y de esta manera propiciar la correcta coaptación en la válvula.
Sobre esta técnica sencilla de reparación subsiste el criterio de que puede tener resultados de corta duración, pero de manera general prevalecen la admiración y el respeto hacia la intervención, de tal manera que se ha convertido en el sello distintivo de la cirugía cardiovascular en España. En el caso de la anuloplastia mitral y aórtica, los estudios son más prolíferos, aunque también se recurre en todos los casos al desarrollo de anuloplastias.
En el caso de la anuloplastia con empleo de prótesis, la novedad tecnológica fue introducida en el año 1968 por el especialista Alain Carpentier, primero en el tratamiento de la válvula mistral y luego en el de la tricuspidea. Sin embargo, a pesar de que los tipos de prótesis han experimentado una amplia innovación y extenso desarrollo –como la primera transformación de una prótesis rígida a otra más flexible–, lo cierto es que muchos cirujanos siguen apostando por la anuloplastia tradicional ante la evidencia abrumadora de incidentes desafortunados en la durabilidad de los anillos protésicos.
De cualquier manera, ambas anuloplastias deben ser valoradas por el cirujano, pues existen circunstancias en las que es mejor y más factible el uso de una por encima de la otra. Es sobre todo, una cuestión de cultura profesional y de evaluar los riesgos y beneficios de las dos opciones operatorias.