La materia o sustancia blanca es el espacio en la cabeza entre las neuronas que rodean el cerebro y la médula espinal. La enfermedad de la materia blanca es una enfermedad que afecta a esta área. Cuando se convierte en crónica, significa que la enfermedad es recurrente, o ha estado presente durante un período prolongado de tiempo, por lo que es más notable.
La enfermedad de la sustancia blanca generalmente se diagnostica durante una resonancia magnética o una exploración de tomografía computarizada (TC). Ambos equipos son capaces de proyectar cualquier anomalía de la sustancia blanca del cerebro en la imagen tomada.
Hay muchas enfermedades que pueden causar la enfermedad de la sustancia blanca. Los problemas más comunes tienen que ver con la diabetes, colesterol alto, la aterosclerosis y la hipertensión arterial. También puede ocurrir tras un accidente cerebrovascular.
La mayoría de las enfermedades de la sustancia blanca crónica se manifiestan a través del daño en los vasos sanguíneos. Estos vasos sanguíneos ayudan a que la sustancia blanca del cerebro se irrigue. Esta es la razón por la que la enfermedad de la sustancia blanca crónica es causada por trastornos que apuntan específicamente a los vasos sanguíneos. Con el tiempo, enfermedades como la aterosclerosis y la hipertensión arterial afectan los vasos sanguíneos más pequeños, como los responsables para el riego de la sustancia blanca.
Pequeñas cantidades de la enfermedad de la sustancia blanca aparecen en todo el mundo a medida que envejecen. Sin embargo, grandes áreas de la enfermedad de la materia blanca, como se observa en la enfermedad crónica, son a menudo señales de advertencia de enfermedades más graves como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Alzheimer. Cantidades progresivas de la enfermedad pueden ser una señal de advertencia de un derrame cerebral.