La podofilotoxina es un medicamento muy eficaz para el tratamiento de las verrugas conocidas como condilomas acuminados del pene y de los genitales femeninos externos. Constituye una crema cuya forma de empleo es la aplicación tópica o sobre la piel.
Antes de proceder a la aplicación, es importante que la zona afectada en cuestión haya sido lavada con anterioridad. Solo entonces se procede a untar cuidadosamente con la punta de los dedos específicamente sobre la zona epidérmica dañada, con gran cuidado de no esparcirla en las otras regiones sanas de la piel.
El tratamiento con podofilotoxina suele comprender un ciclo semanal o de siete días, durante los cuales la persona enferma deberá usar la pomada en dos ocasiones, o lo que es lo mismo, cada 12 horas. Ejecutará esta acción a lo largo de tres días consecutivos, mientras que en los restantes cuatro suspenderá la aplicación de la crema.
El ciclo debe repetirse hasta que ya no se aprecien señales de tejidos verrugosos, aunque para estar completamente seguros de la sanación es imprescindible consultar a un especialista.
Entre las reacciones adversas más significativas se reportan la irritación de las regiones donde se aplica la podofilotoxina, junto con sensaciones de prurito u hormigueo de la piel y una fuerte ardentía en la mayoría de los casos. Por otro lado, también pueden surgir úlceras, ampollas y trastornos de color en la piel, aunque estas últimas se agrupan entre los efectos secundarios menos probables.
Es importante que las mujeres embarazadas restrinjan el empleo de este fármaco antimitótico, pues a pesar de que no se ha comprobado la absorción mediante la aplicación sobre la piel, es sabido que este tipo de sustancias pueden dañar al embrión.