La región de la muñeca es una de las que se expone constantemente a grandes esfuerzos y actividades riesgosas para su buena salud. Su amplia movilidad, la fuerza que es capaz de soportar y la enorme incidencia del trabajo de las manos para la vida común del hombre, hacen que cualquier afectación que sufra esta zona –también conocida como carpometacarpiana- signifique un asunto de máxima atención.
La prominencia o abultamiento metacarpiano, constituye un trastorno que se produce en la muñeca, debido a que se forma una masa de hueso firme y compacta en la parte superior de la misma. Las causas por las que puede aparecer esta anomalía ósea son diversas e incluyen cualquier tipo de traumatismo, mal gesto durante una actividad forzosa o alguna razón congénita. Incluso muchas personas nacen con este padecimiento, aunque para la mayoría es una deformación que aparece en la adultez.
Este abultamiento puede ser completamente inofensivo en algunas ocasiones, pero ante cualquier síntoma de crecimiento, dolor o rigidez de la muñeca, es importante iniciar su tratamiento.
El mismo puede ser de índole pasiva, a través del empleo de fármacos antiinflamatorios para detener la hinchazón y el crecimiento de la prominencia, o por el contrario, puede requerir una intervención quirúrgica si el paciente no presenta respuestas positivas ante la ingestión de medicamentos. Es oportuno llevar el brazo en cabestrillo durante el tiempo de tratamiento para inmovilizar la muñeca y que no siga expuesta a acciones forzadas.
Cuando la operación es la única salida se realiza la extirpación de la prominencia y la limpieza de la región para evitar nuevos episodios de este padecimiento, a pesar de lo cual existe la posibilidad de que el paciente desarrolle nuevamente otra prominencia carbometocarpiana. Por este motivo es muy importante que la persona intervenida vele, no solo por los cuidados post-operatorios, sino por evitar que en el futuro se repita el padecimiento.