Qué es la psicosis anfetamínica

Por psicosis se hace referencia a un grupo de trastornos mentales que se caracterizan principalmente por la pérdida de contacto con la realidad. En este grupo se incluyen las esquizofrenias, el trastorno mayor de afecto o psicosis maniaco-depresiva, los estado de paranoia mayor y los trastornos mentales orgánicos. Los síntomas de las psicosis pueden incluir ilusiones, alucinaciones, perturbaciones graves del pensamiento, alteración del juicio crítico, construcciones delirantes, alteraciones anormales del humor y comportamiento groseramente anormal, entre otros. En general, estos trastornos responden bien a medicación antipsicótica.

Las anfetaminas son sustancias que estimulan el sistema nervioso central. Las más conocidas son la dextroanfetamina, la metanfetamina y el metilfenidato. Tienen aplicaciones terapéuticas en el tratamiento de la narcolepsia, el trastorno por déficit de atención o, aunque cada vez con menos frecuencia, en tratamientos para perder peso. Sin embargo, el consumo más frecuente es lúdico.

La psicosis anfetamínica es una psicosis tóxica que suele afectar a consumidores crónicos de anfetaminas. Hace algunas décadas se pensaba que solamente los esquizofrénicos latentes desarrollaban psicosis después del abuso prolongado de anfetaminas, pero hoy en día, gracias a experimentos clínicos realizados con voluntarios, se sabe que pueden aparecer en cualquier persona.

Los síntomas de la psicosis anfetamínica son muy parecidos a los de la esquizofrenia paranoide y consisten en: inquietud, irritabilidad y alta sensibilidad perceptiva, delirios de persecución, alucinaciones visuales, hiperactividad e hipersensibilidad.

La psicosis anfetamínica se puede tratar con fármacos antipsicóticos como la clorpromazina, el haloperidol y la tioridazina. Por supuesto, también debe suspender el consumo de anfetaminas. No obstante, la abstinencia también puede provocar un trastorno psíquico temporal.

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Categorias: Medicina
Ultima modificación: 10/10/2013