Qué es la reconstrucción craneofacial

Se habla de reconstrucción craneofacial cuando las reparaciones del personal médico incluyen la zona del cráneo, los huesos, el cerebro, los nervios, los ojos y la piel que cubre la región de la cara.

Las circunstancias en las que una persona puede requerir una reconstrucción de este tipo son diversas. Algunos padecimientos como el labio leporino y el paladar hendido que suele acompañar al primero casi siempre, la craneosinostosis o cierre prematuro de las suturas del cráneo y el complejo Síndrome de Möbius, producen deformidades que pueden requerir algún tipo de reconstrucción craneofacial.

Entre otras causas por las que una persona pudiera someterse a esta modalidad quirúrgica, se encuentran las anomalías físicas producto de operaciones por tumores y la existencia de alguna lesión en cualquiera de los puntos mencionados, a partir de traumatismos severos como en el caso de accidentes automovilísticos o la práctica de deportes extremos.

Una intervención  como esta implica un cúmulo bastante grande de riesgos para las personas que decidan aventurarse, sobre todo por lo delicado de todas las estructuras que se someten a cirugía. Entre los más notables se cuentan aquellos riesgos propios de la anestesia o los que conlleva cualquier cirugía regular, como los inconvenientes respiratorios o de sangrado.

No obstante el desarrollo de las ciencias médicas y las tecnologías operatorias implican también un accionar cada vez más seguro del personal médico en muchos países del mundo.

Además, existen otros peligros, específicos del área craneofacial, como por ejemplo las afectaciones a algún nervio, que deben ser consideradas y discutidas con el paciente antes de iniciar cualquier proceso operatorio.

El período de recuperación en las reconstrucciones de este tipo puede tardar varias semanas, luego de las cuales la hinchazón y la molestia de los primeros días ya habrán desaparecido por completo. Un aspecto importante de la recuperación son los traumas psicológicos y emocionales que puedan aparecer ante un cambio de apariencia muchas veces radical, especialmente en niños con afectaciones congénitas.

Un dato curioso es que la reconstrucción craneofacial también es muy utilizada en las investigaciones policiales, pero con un objetivo diferente: identificar a personas fallecidas a partir de la reconstrucción de su rostro con la información que se desprende de su estructura ósea. También intervienen especialistas de diversas áreas como la química, la odontología y la antropología.

Gracias a las informaciones que brinda cada uno, es posible reconstruir los rasgos faciales de la víctima y agilizar el proceso de captura del asesino.

 

 

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Categorias: Medicina
Ultima modificación: 10/28/2013