Hemostasia es el método en el que se suspende una pérdida de sangre, o hemorragia, durante la cirugía y para detenerla se utilizan una variedad de instrumentos quirúrgicos que comprimen los vasos sanguíneos para liarlos o coagularlos después.
Las pinzas hemostáticas son llamadas también de forcipresión se reconocen porque poseen una parte parecida a una cremallera que va unida a dos partes que prensan a través de una especie de cruz o engranaje, su manejo es similar al de una tijera. Son un instrumento que facilita las maniobras quirúrgicas principales de un cirujano.
Existe una diversidad de pinzas hemostáticas que se diferencian por sus partes prensiles las cuales pueden ser curvas, rectas o en ángulo. Al mismo tiempo los surcos en estas pueden ser diagonales, horizontales o verticales; la forma de la punta es redondeada, puntiaguda, etc.; la longitud y el largo varían, el uso que se le dé a las pinzas hemostáticas depende de las características que posean. Las pinzas que poseen puntas finas son utilizadas para vasos y similares, las pinzas más largas se emplean en vasos más grandes, tejido grueso, etc., mientras que las que poseen un mango más largo son útiles para poder llegar a cavidades más profundas.
Entre las pinzas hemostáticas más se usan están: Foester, Kelly, Faure, Kocher, Pinzas Mosquito, Pinzas Crile; pero aun existiendo tanta variedad de pinzas hemostáticas tienen ligeras variantes y se reducen en dos modelos las Kocher y las Pean.
Para cerciorarse de la funcionabilidad de estas pinzas se debe observar si las ramas son de la misma extensión y grueso, si sus elementos están perfectamente pulidos evitando una rotura del guante del cirujano y que su cierre sea suave y al final del corte las ramas se unan completamente.