En este caso, Belén se refiere a la Natividad, que significa el nacimiento de Jesucristo. Un escenario que representa la Natividad es un elemento decorativo de la época navideña en todos los hogares cristianos. Realizar las figuras que se colocan en un nacimiento puede ser una manera muy divertida de enseñar a los hijos la importancia espiritual de la Navidad.
Se forman esferas de plastilina utilizando las manos. Hay que elaborar suficientes esferas de plastilina para hacer las cabezas de todas las figuras de los adultos. A cada esfera se le coloca un palillo y se ponen en un lugar aparte.
Ahora se elaboran bolas más grandes de plastilina y se les da forma de pirámides sin pico. Estas figuras necesitan ser grandes y de un tamaño uniforme puesto que serán los cuerpos de las figuritas. Las cabezas se colocan en la parte superior de las pirámides insertando el palillo en ellas.
Con los dedos se quitan fragmentos de plastilina y se instruye a los niños para que puedan formar triángulos con sus dedos. Estos triángulos pueden colocarse en los cuerpos para representar las camisas y si se colocan detrás de un ángel pueden representar sus alas. Se dibuja cualquier cantidad de detalles que se deseen usando un palillo, como los rasgos faciales, las marcas de los dedos o las plumas en las alas del ángel.
Ahora se cortan óvalos de plastilina y se presionan de manera que parezcan galletas. Estas formas se colocan sobre las figuras para simular el cabello o las vestimentas que cubrían sus cabezas.
Elaborando una pequeña bolita de plastilina se le da forma a lo que será la cabeza del bebé y con un pequeño óvalo se forma su cuerpo. La figura queda lista al pegar ambas formas.
Ahora la plastilina se coloca en el horno y se siguen las instrucciones contenidas junto con la plastilina. Aunque si se está utilizando plastilina autosecante, simplemente se deja que seque por completo. Una vez que la plastilina queda seca, los niños pueden ayudar a pintar todas las figuras.
Finalmente se ensambla todo el escenario de Belén.