Modelaremos primero la pieza en barro para extraer luego una copia de la misma en escayola. Completaremos la creación con la aplicación de color.
Materiales
- Pinturas acrílicos.
- Lápiz.
- Pinceles.
- Espátula.
- Estropajo.
- Barro.
- Escayola.
- Palillo de modelar.
- Esponja
- Tablero.
Instrucciones
- Modelamos con el barro, sirviéndonos del palillo, la figura de la luna. Marcamos con el lápiz, sobre el tablero en el que hemos depositado la figura, los límites del molde que haremos. Preparamos la escayola, primero muy líquida, y vamos cubriendo la figura de la luna; el contorno marcado con el lápiz nos servirá de referencia para los límites del molde. Para dar más consistencia al molde, añadiremos estropajo que cubrimos, seguidamente, con escayola. Terminamos de construir el molde con ayuda de la espátula.
- Confeccionado el molde, esperamos a que se seque la escayola y retiramos el barro del interior.
- Con un pincel, aplicamos un poco de barro líquido por toda la superficie interna del molde y lo rellenarnos luego con escayola muy fina, distribuyéndolo bien por todo el interior. Cuando haya fraguado la nueva escayola, extraemos del interior del molde la figura definitiva de la luna.
- A continuación, comenzamos a dar color a la figura; el fondo lo pintamos de azul. Con un trozo de esponja, y empleando azul y algo de blanco, efectuamos toques para extraer brillos, sobre todo en las zonas de mayor relieve de la figura. Aplicamos unos tonos ocres sobre la ceja y rosado en la mejilla; luego, pintamos el fondo del ojo en blanco. Con un tono rojo y pincel fino, cubrimos los labios y, para finalizar, pintamos la ceja y algunos detalles del ojo.