Instrucciones para la confección de muñecos de trapo

Da gusto ver cómo se ha extendido de unos años a esta parte la industria casera del muñeco de trapo, o del “bichito de peluche”, como he oído en más de una ocasión. En parte se comprende porque es bonito de hacer, tiene utilidad y resulta simpatiquísimo, sobre todo si nos decidimos a tenerlo para decorar nuestra habitación. Tú también puedes hacerlos. La elaboración es sencilla y, como en todas las cosas que entra en juego la habilidad manual y el arte, el resultado final dependerá un poco de tu buen gusto. Mas, como éste lo debes tener bueno, y en el caso contrario cabe mejorarlo si escoges como maestra a una amiga que lo tenga mejor que tú, decídete a empezar, si te gusta dar algunas puntadas con la aguja de coser.

La base, buenos patrones Lo principal es contar con buenos patrones. Un patrón mal hecho no lo salvan ni las manos más hábiles. Está pronosticado al fracaso desde el primer momento. Para tener buenos patrones puedes servirte de: libros dedicados a los muñecos de trapo, que los hay buenos, de una amiga que los tenga, o de una alumna de escuela profesional por su asignatura de juguetería o de labores. Esto no es difícil porque es habilidad que han aprendido ya muchas jóvenes en España y pueden ser amigas tuyas.

La fantasía y la ilusión, buenas auxiliares

Al hacer estos muñecos te sentirás un poco creadora porque todo, desde elegir el material propio para el muñeco que vas a hacer, hasta darle el último retoque, depende de tu buena disposición. Si piensas hacer un perro canela y el color del paño que compres para ello es acertado, téndrás una satisfacción. Si al darle las últimas pinceladas a las puntadas finales aumenta su expresión, te sentirás artista. Por eso es labor que ilusiona desde el primer momento. Mas, igual que si no tienes buenos patrones, no conseguirás una obra bien hecha, con los mismos patrones, puedes obtener dos figuras diferentes. Una pequeña modificación varía la forma y la indumentaria puede conseguir dos muñecas diferentes salidas del mismo patrón: una con vestido de colegiala, la otra con traje de deporte. El color de los ojos puede ser suficiente, en la mayoría de las ocasiones, para hacernos ver distinta una muñeca de la que está al lado. Eso sin contar que una muñeca con sombrero se distingue en seguida de una que lleve pañuelo o gorro. Y si le pones botas, ya no tiene parecido con otra que lleve sandalias o zapatos. En los animales: un collar, un cascabel, el tono del paño, la colocación del rabo o de las orejas…

Materiales

Hablemos un poquillo también de los materiales que vas a usar, puesto que es lo principal. Ciertamente, casi la mayoría de los materiales tienen utilidad: fieltro, paño, felpa, seda, gamuza, piel, terciopelo, orlón y otros. Lo importante es que los elijas oportunamente, del color propio de la figura que vas a confeccionar. Si tienes un trozo de paño azul celeste, no hagas un perro. La excesiva originalidad puede estropear tu creación.

Una vez elegido el material y decidida la figura, corta los patrones, marcándolos bien para que no se deformen. Luego cóselo del revés dejando un trocito pequeño abierto, por él le das la vuelta y empiezas a rellenarlo. La mejor materia para el relleno es la guata, pero hay materiales utilizables, como son la viruta fina de corcho o serrín de corcho, la borra, lana, crin vegetal, serrín de madera —especialmente para piernas y patas porque les da mayor estabilidad debido al peso que tiene—, algodón y viruta fina de madera. Rellénalo de acuerdo con tus posibilidades o con el destino que des al muñeco.

Detalles

Cuando la figura es grande se plantea el problema de – si se le pone alambre para hacer de esqueleto y evitar que se doble. En algunos casos será necesario. También se lo puedes poner de madera. El relleno, sea de la materia que sea, debes cuidar que vaya muy apretado. Puede que el paño te quede mejor cosido a máquina, pero nada hay que te impida hacerlo a mano. De todas maneras, siempre será útil que, una vez cortado el patrón, hilvanes tu futuro muñeco antes de coserlo. Corta siempre la tela (o fieltro, o paño, o lo que sea) al hilo o a contrahilo, pero nunca de través porque se te puede deformar. Piensa que los accesorios son el golpe de gracia de toda Figura: ojos de cristal, correajes, sedas, cintas, lazos, colorete, unos toques de pintura, cascabeles… deben ser prendas a mano para completar tu obra. Y ya nada más. Empieza con entusiasmo, y que pronto Llegues a ser una auténtica creadora de muñecos de trapo.

Sobre el artículo

Categorias: juguetes
Ultima modificación: 06/22/2012