Como mejorar la comunicación en el trabajo

Comunicarnos es algo que se nos da de una manera casi innata, casi como el respirar. Hablamos con nuestros padres, hermanos, cónyuge, hijos y colegas en el trabajo. Quizás parezca fácil, pero comunicarse con eficiencia y positivismo podría tomar mucho tiempo; el elegir las palabras adecuadas, poner atención a nuestros pensamientos y expresar nuestros mensajes son habilidades que todos tenemos que desarrollar constantemente.

Tanto en el hogar, como en el trabajo, una mala comunicación suele terminar en malos entendidos y discusiones, y en ambos entornos podría traer terribles consecuencias. En el trabajo, baja productividad, recelos, envidias, empleados apáticos y desmotivados puede ser el resultado de una ruptura en la comunicación entre el jefe y sus empleados.

Para mejorar la comunicación en el trabajo es necesario implementar unos sencillos pero importantes cambios en la filosofía de la empresa y practicarlos todos por igual. Al cambiar la estrategia de comunicación se verán mejoras reales en la motivación de los empleados, así como un aumento en la productividad.

1. Resuelve los conflictos con diplomacia.
Imagina un grupo de 10 personas, en donde cada uno tiene una personalidad completamente distinta al resto, añade a esto 8 horas de trabajo al día, 5 días a la semana, estrés y tiempos de entrega cortos para sus proyectos, lo que obtendrás será la receta perfecta para el conflicto eterno. No importa cuan bien intencionado sea el equipo de trabajo, tan solo se necesita de una pequeña chispa para que las llamas de la crisis se enciendan.
Así es que procura ir resolviendo los pequeños problemas, para que no se vuelvan grandes. Comenta con tus colegas que siempre estarás abierto al diálogo y anímalos a sentirse cómodos de acercarse a ti cada vez que se presente una dificultad entre ustedes. Cuando se presente un conflicto, ten la mente abierta sin prejuicios, y sin ataques personales. Expresa tu opinión de una manera clara, sincera y breve. Al escuchar lo que la otra persona tiene que decir hará que puedas comprender lo que esa persona disputa para que así haya una solución aceptable para todos.

2. Mantén buena retroalimentación.
Aunque haya jornadas pesadas, llenas de mucho trabajo por hacer, siempre se agradecerá el hacerles saber a tus colegas lo bien que están haciendo su trabajo y reconocer su esfuerzo. No es necesario implementar rutinarias reuniones que a largo plazo se vuelven tediosas, con simples llamadas telefónicas, emails, o una breve charla un par de veces a la semana será suficiente. Cuando des una buena retroalimentación, asegúrate de que sea claro y lo más detallado posible y trata de brindar una solución en el caso de que haya un problema. El dar buenas críticas a tus colegas de trabajo hará que se sientan apreciados y reconocidos, lo cual les ayuda a motivarse más y desempeñar de manera más eficiente su productividad.

3. Confía en tu gente.
¿A quien no le ha pasado el tener a un colega o un jefe que parezca nuestra sombra?, ¿qué se la pasa merodeando detrás de los escritorios y vigilando cada proceso que se hace para asegurar que el trabajo se está haciendo correctamente ? Si esto es lo que haces, no hay necesidad de continuar haciéndolo. Cuando alguien siente que tiene control sobre el trabajo que desarrolla tiene la necesidad de proponerse en invertir parte de su tiempo en el proceso. La autonomía alimenta la innovación y satisfacción laboral y al contrario, el ser muy protector hace que la atmósfera en el trabajo se vuelva incompetente, insegura, desmotivada y frustrada.

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Ultima modificación: 07/02/2013