Los jefes siempre serán el motivo principal para amar u odiar un trabajo. Un jefe es el canal que conecta a los empleados con una empresa y si este canal se encuentra dañado, los empleados poco a poco irán desertando, haciendo que la empresa se convierta en un verdadero fracaso.
Pero, ¿qué puntos se deben de tener en consideración para ser un buen jefe? A continuación se describen los puntos más importantes:
1. Establecer expectativas claras y mantener retroalimentación.
Un buen jefe desde el inicio dialoga con su empleado para discutir regularmente las prioridades laborales. Se trata de hablar de los efectos y resultados, para que luego ellos ejecuten el proceso de la manera que consideren más conveniente. Por otro lado, algunos jefes esperan hasta el último momento para hacer un comentario negativo en el desempeño de sus empleados; cuando esto sucede, ellos suelen preguntarse: “¿Por qué no me comentó esto antes?, podría haber intentado el hacer las cosas de una manera distinta”. Al dar pronta y continua retroalimentación se establece una relación saludable entre ambas partes. Siempre debe de haber un sentido de la conversación, dirección y cooperación.
2. Delegar responsabilidades y confiar.
Una vez que se haya formado a cada empleado en ciertas tareas, permite que desempeñe éstas sin interferir. Cada persona alcanza los objetivos de maneras diferentes así es que, antes de que des ese paso para forzar a que las cosas se den a tu modo, haz un análisis honesto al método y si vez que funciona bien, aún y si no es como tú lo esperabas hacer, deja que suceda. Si continuamente corriges a tus empleados, podrías zanjar su confianza y no permitirás que ejecuten el trabajo con un estilo propio.
3. Se un líder y guía a la vez.
Para lograr excelentes resultados en conjunto, un jefe enseña y anima a su equipo de trabajo, tal y como lo hace un entrenador con sus jugadores. Un jefe eficaz no asume lo que sus empleados tienen que hacer ni cómo tienen que hacerlo. A menudo, se cae en la tentación de hacer las cosas uno mismo, mientras que los empleados se encuentran estáticos, mirando, sin aprender nada en el proceso. El éxito se encuentra en poner en la balanza el control por un lado y en el otro el ser una fuente de ayuda.
4. Reconocer el esfuerzo, desempeño y talento de los empleados.
Los empleados necesitan sentirse apreciados. No hay nada más alentador, que un jefe reconozca el buen desempeño de su equipo, así el empleado sabrá que va por un buen rumbo e insistirá en hacer su trabajo con tal constancia y esmero. Un buen jefe asimila qué es lo que puede hacer mejor cada empleado, habla con ellos para saber qué es lo que disfrutan más hacer en su trabajo. Haciendo esto ambas partes ganan ya que, por un lado el jefe obtiene los resultados esperados y, el empleado consigue confianza en su trabajo, habilidades y desarrollo en sus talentos. Por cierto, da las gracias cuando ellos hagan bien su trabajo.
5. Conocer a sus empleados y escucharles con eficacia.
Un buen jefe camina por los pasillos y se detiene para dar un hola a cuanto empleado pase por su lado. Así mismo, detente a conversar con ellos cuando sea necesario, y dales toda la atención posible. Un buen jefe invierte su tiempo en escuchar los asuntos y preocupaciones de sus empleados. También es necesaria la comprensión de sus vidas personales. Al hacer esto, se logra cierta empatía y ellos sabrán que su jefe está atento e interesado no solo en su labor como trabajador, sino también en que sus vidas se encuentren en buen estado.