Si nos vemos necesitados urgentemente de una suma de dinero importante y no sabemos la forma de solucionar el problema económico, tal vez debamos acudir al joyero para conseguir ese dinero que tanto necesitamos.
Con la fórmula del préstamo con garantía prendaria, aseguramos el dinero que se nos concede con el bien mueble de valor contrastado que les entregamos en depósito. El prestamista se queda el bien como garantía de pago o en prenda, pero no puede venderlo ni establecer derechos sobre el mismo. Sólo puede retenerlo hasta que se devuelva la totalidad del préstamo, con matices dependiendo del tipo de contrato que se establezca.
Este sistema es utilizado más por prestamistas particulares y casas de empeño que por entidades bancarias. Según la cantidad que se demande, el objeto utilizado como prenda puede ser un equipamiento informático, joyas o cualquier objeto de valor.
Debido a la situación actual, en que la crisis ha afectado a grandes masas de población, se utiliza el préstamo con prendas tan diversas como el propio coche, que sigue circulando bajo nuestra propiedad, a cambio de la devolución del dinero y los intereses. En ocasiones se puede reclamar un remate del bien puesto como garantía de devolución, y en este caso el que suscribió la garantía de pago tiene derecho de prioridad sobre otros acreedores. Sólo en caso de impago y de que el juez permita la enajenación del bien se puede proceder a la venta del bien establecido como garantía, por lo que su propiedad sigue siendo del solicitante del préstamo hasta que la resolución judicial determine lo contrario.