Hay muchos factores que están involucrados para que un restaurante sea exitoso y logre ser el favorito de su localidad. Trabajo arduo, creatividad, capacidad, optimismo, dedicación y años de construir con perseverancia la reputación deseada no son cosas fáciles de conseguir, pero nadie dijo que fueran imposibles.
El tener un restaurante en el que los demás se refieran a el en buenos términos y que lo recomienden al resto es fundamental para lograr el éxito, pero esto es más fácil decirlo que hacerlo, ya que muchos restaurantes cometen el error de ofrecer lo ordinario, cayendo en lo aburrido.
Hay unos sencillos pasos a seguir, que si se llevan a cabo con constancia y entrega se podrá conseguir el ansiado objetivo:
1. Un sencillo pero delicioso menú.
Un error en el que es muy común caer, es querer complacer a cuanto comensal cruza la puerta. Aunque pueda parecer tentador y atractivo el ver un menú con tantas páginas de suculentos platillos, la realidad es que no lo es. Los clientes no necesitan de tantas opciones. Con una docena de platillos principales o incluso menos, algunos entrantes, bebidas, comida para picar y unos cuantos exquisitos postres será más que suficiente para tenerlos más que contentos. Nadie necesita 20 versiones distintas de un platillo de pollo o de una carne a la plancha.
2. Espacio acogedor y estratégico para atender suficientes clientes.
¿A quién no le ha sucedido la experiencia de ya no volver a un restaurante solo y por el simple hecho de que nunca hay lugar disponible donde sentarse? En muchos de los casos, un restaurante exitoso debe ser capaz de atender y servir lo mejor posible, y no se trata de apilar sillas en un espacio reducido, sino de colocar de una manera estratégica las mesas para que haya una atmósfera elegante, fresca y amplia. Del mismo modo, hay que revisar que la localización del restaurante sea estratégica en la localidad. ¿Cuenta con estacionamiento? ¿Es fácil de llegar y acceder a el? Gestiona estos puntos para que no sea un martirio para la clientela el tener que trasladarse sin perder tanto tiempo.
3. Publicidad exterior.
Así como el presentar un buen platillo hace abrir el apetito, también lo es el ver cómo luce un restaurante por fuera. El tener un anuncio exterior que luzca viejo y obsoleto no ayudará de ninguna manera a que tus clientes tengan el deseo de regresar, ya que inconscientemente mandas un equivocado mensaje de que no te importa tu negocio y que no inviertes en él. Muchos de los clientes potenciales eligen en qué lugar comer en base a lo que ven. Entre más agradable, limpia y sencilla sea tu publicidad, la gente tendrá la curiosidad y el deseo de detenerse a observar y optar por entrar para consumir.
4. Empleados cordiales, alegres y responsables.
De nada sirve que se haya invertido mucho en un restaurante de lujo, que se haya gastado en costoso equipo, si los empleados no están capacitados para ofrecer el mejor de los servicios, y con esto nos referimos a dar la bienvenida a los clientes con una sonrisa, y ofrecer un servicio con cordialidad y pronta respuesta. El personal tiene que ser digno de ser recordado, pero no nos referimos a que sea complaciente, sino a ser memorable, que los clientes sepan perfectamente que habrá alguien que está al pendiente de ellos con profesionalismo.