Si las vías de financiación y crédito habitual nos deniegan de forma sucesiva la posibilidad de obtener fondos, es probable que nos veamos seducidos por la idea de conseguir este dinero que tanto necsitamos a través de cualquier plataforma de crédito on line. Pero detrás de su fachada de entidades fiables, pueden esconderse prácticas abusivas y problemas para el solicitante, así que deberemos seguir estas recomendaciones antes de meternos hasta el cuello en semejante lodazal.
Recuerda que, para que el préstamo sea legal, debe estar registrado ante notario. Debe conocerse la identidad del ente o persona que presta el dinero, circunstancia habitual en el ambiente bancario, pero que en el caso de empresas es menos habitual.
No descuidemos en ningún caso el análisis de las condiciones de pago. Este tipo de créditos suele llevar un altísimo tipo de interés, en ocasiones superior al 20% TAE, de modo que deberemos devolver cantidades muy importantes respecto al dinero que nos presten. Además, entre las cláusulas abusivas, suele haber unas serie de penalizaciones muy altas por impago y recargos que pueden derivar en sumas muy elevadas.
La facilidad con que se conceden los préstamos llevan de forma inevitable a que no les tiemble el pulso a la hora de demandar a los morosos, consiguiendo el pago de la deuda, los intereses de demora y las penalizaciones recogidas en el contrato, acudiendo al embargo de nóminas, bienes y otros bienes.
No confíes en promociones ni regalos, suelen ser la contraprestación para hacerte firmar intereses y cláusulas que no te convienen.
En el caso de que nos pidan avales, no debes tenerlos en consideración y descartarlos de primeras. Te aplicarán un tipo de interés mayor que un banco y corres el riesgo de perder el bien que uses como aval en caso de impago.