Cómo distinguir entre un crédito y un préstamo

En ocasiones solemos confundir los términos financieros “crédito” y “préstamo”, son términos bastante similares pero tienen importantes diferencias que, más allá del vocabulario que podamos utilizar para hablar con nuestros amigos, deberíamos comprender a la hora de solicitar tanto un crédito como un préstamo.

Un crédito no implica una cantidad fija de dinero, también se conoce los créditos como “líneas de crédito”, en las cuales se nos asigna un límite al que no podemos llegar y del cual podremos ir disponiendo de la cantidad que necesitemos en cada momento, se trataría por lo tanto de un dinero preconcedido, del que cogeremos la cantidad que necesitemos sin dar ningún tipo de explicación. Sin embargo un préstamo implica una cantidad fija, por ejemplo para adquirir una vivienda, y se nos concederá la cantidad al completo en el mismo momento, independientemente por ejemplo de que vayamos a adquirir la vivienda y además los muebles, operaciones distintas y por lo tanto que se realizarán en distintos días.

Otro detalle importante es que normalmente en los préstamos se comienza a devolver el dinero desde el primer día, por lo que podría no ser una buena opción para un negocio (que pueda tardar varios meses en arrancar por ejemplo), y sin embargo el crédito puede tener unas condiciones más ventajosas.

A la hora de hablar de los intereses, en un crédito se pagarán solo por la cantidad de dinero que se haya solicitado efectivamente, independientemente de la cantidad máxima que tenga la línea de crédito que nos hayan preconcedido. Además al ser normalmente de menor cantidad que los préstamos, podría requerir menor número de garantías, como avales o hipotecas que garanticen la devolución de dicho dinero.