Cómo elegir una buena cuenta de ahorro

El objetivo de cualquier cliente cuando se decide a contratar este tipo de productos financieros es bastante claro: conseguir una buena rentabilidad o las mejores condiciones para su dinero. La forma de funcionamiento de este tipo de productos suele ser la de abonar de forma mensual una cantidad determinada de capital, que se irá acumulando al montante total para poder conseguir a largo plazo una elevada suma sin asumir ningún tipo de riesgo.

La mejor manera de encontrar un producto que se adecue a nuestras características y necesidades es la de analizar con atención la oferta disponible en el sector financiero, de forma que podamos diferenciar aquellas cuentas que más nos interesan. Un buen comparador de este tipo de productos podemos encontrarlo sin dificultad en la red, de modo que nos facilitará mucho la tarea de decidir en qué tipo de cuenta nos interesa depositar nuestro dinero.

Las recomendaciones que debemos seguir son sencillas si no queremos incurrir en errores de bulto y perder parte del capital que tanto cuesta conseguir reunir: rentabilidad, plazo y escasas o nulas comisiones. Por ello, es conveniente que nos fijemos en que la cuenta de ahorro no imponga penalizaciones por cancelación anticipada. Es nuestro dinero y debemos poder disponer de él sin pagar comisiones en caso de que lo necesitemos de forma total o parcial, pues los imprevistos como una baja médica o el cese de la actividad profesional pueden producirse en el momento menos pensado.

Siempre que esté en nuestra mano, deberemos poder cambiar a una entidad diferente si las condiciones son mejores, para lo cual es interesante conocer toda la oferta existente antes de negociar.