Como regla general cualquier propietario puede reclamar a la hora de pagar sus impuestos la propiedad como un gasto deducible. Aquellos que tienen una hipoteca o utilizar su propiedad para las empresas calificar para un gran número de deducciones fiscales.
Los propietarios de viviendas pueden solicitar las deducciones fiscales para los gastos del hogar para su vivienda principal. Los propietarios de viviendas no puede deducir la mayoría de los tipos de costos de seguros, depreciación y la utilidad de su federales declaración de impuestos a menos que usen su casa por motivos de negocios.
Los propietarios de viviendas que hayan obtenido un préstamo o la línea de crédito hipotecario para su primera (y en algunas países su segunda) residencia pueden deducir de sus impuestos los gastos pagados por primas de seguro hipotecario privado. También puede deducir los pagos de intereses asociados con una primera hipoteca o línea de crédito hipotecario.
También se pueden amortizar los gastos de los puntos hipotecarios que hayan sido pagados por adelantado. Los propietarios pueden deducir impuestos urbanos o estatales si de su propiedad pagan un porcentaje de su valor de tasación de su casa.
La unión de negocios y vivienda puede estar sujeta también a deducciones fiscales. Los propietarios de viviendas que utilizan su residencia primaria como una oficina en casa pueden deducir de su renta imponible el porcentaje de su casa que utilice para compras de la empresa. Además, se puede adquirir una deducción por el porcentaje de sus costos de servicios públicos utilizados en la operación de su negocio. Este concepto incluye gastos de electricidad así como del teléfono y servicio de Internet. Los propietarios de viviendas primarias que ejerzan de oficinas también pueden reclamar una deducción por depreciación, seguros de propiedad y daños debido a la causalidad.