Hoy en día las transferencias bancarias electrónicas son una manera fácil y segura de enviar dinero de forma inmediata evitando el manejo de efectivo o cheques. Acepta cualquier tipo de moneda y puede involucrar a las transacciones en efectivo o movimiento de fondos de una cuenta bancaria a otra.
Un requisito indispensable para una transferencia bancaria es la información del beneficiario, es decir su nombre y apellidos. La transferencia bancaria también debe incluir la dirección del beneficiario, número de cuenta y la cantidad de dinero que se está transfiriendo.
En los Estados Unidos la transferencia debe incluir el nombre completo del banco del beneficiario, la dirección de la sucursal del banco que recibe los fondos y el número del banco de enrutamiento. Allí cada banco posee una ruta, es decir, es un número único de nueve dígitos asignado a cada banco del país para facilitar su identificación. Estos números también existen con otras variantes en otras partes del mundo.
Las transferencias que se efectúen desde los Estados Unidos al extranjero requieren una información diferente. Además del nombre del beneficiario del banco, dirección y número de cuenta, el proceso de transferencia internacional requiere una sociedad reconocida en todo el mundo como la SWIF o la Cámara de Compensación Interbancaria de Pagos del Sistema Identificador Universal.
Dependiendo del país, la transferencia puede necesitar un número internacional de cuenta bancaria (IBAN). Se trata de un estándar creado por el Comité Europeo de Estándares Bancarios (ECSB) con el objetivo de facilitar la identificación homogénea de las cuentas bancarias a todos los países. Este código bancario reemplaza el número de cuenta en Europa, ya que contiene los datos del país de origen del banco, de la institución bancaria, la sucursal de la cuenta y el número de cuenta especifico.