El aborto en su concepto más amplio es la interrupción y la finalización del embarazo ya sea por cualquier motivo o causa antes de que se produzca el parto de forma natural. Existen dos tipos de abortos: los naturales o espontáneos y los inducidos.
Los abortos naturales son aquellos que se producen de forma involuntaria, es decir, que no son provocados. La causa más normal de este tipo de abortos se debe a cualquier anomalía en el feto. También se puede producir por alteraciones en el cuerpo humano como pueden ser las lesiones por culpa de un accidente durante en el embarazo.
Los abortos inducidos son aquellos que se producen de forma activa para evitar que el feto se desarrolle. Estos tipos de abortos pueden ser de dos tipos a su vez: terapéuticos y electivos. En el primer caso, el aborto se produce por razones médicas como puede ser que entrañen el riesgo de la madre. En el segundo caso, en el aborto electivo, se produce por la propia voluntad de la madre, como puede ser el caso de ser un hijo no deseado como fruto de una violación.
Llegados a este punto no vamos a entrar en la cuestión moral si es ético o no el aborto pero, no obstante debemos saber que existen diversos métodos que son los utilizados para llevar a cabo dicho acto. Estos deben realizarse siempre en una consulta médica pues pueden desentrañar un elevado riesgo para la salud de la madre y por tanto debe ser realizado por profesionales cualificados.