La crisis económica española enmarcada dentro de la crisis mundial del 2008 ha provocado que el desempleo, que marcaba un mínimo histórico durante la primavera de 2007 con 1,76 millones de personas, pasase a registrar un máximo histórico en el tercer trimestre de 2012 con casi 6 millones de personas (un 25,02%). También hizo que se registrase un decrecimiento continuado del PIB durante el último semestre de 2008, lo que provocó que España entrase por primera vez en quince años en recesión. Además la deuda pública se duplicó en tres años. Por último, la prima de riesgo comenzó a dispararse durante el verano de 2011 hasta los 416 puntos, lo que provocó que se acrecentaran los temores de un posible rescate económico de la UE a España.
Con este contexto un rescate económico se nos presenta como la posible solución a la crisis del país. Pero todo tiene unas consecuencias, ¿va a ser peor el remedio que la enfermedad? Veamos cómo puede afectar el rescate económico de España a la población.
Se producirá una subida del IVA, aumentando el tipo normal y, posiblemente, reduciendo los productos afectados por los tipos reducidos y los superreducidos.
La deducción por adquisición de vivienda habitual será un beneficio fiscal que será eliminada.
La opción del copago sanitario tomará fuerza y será cada vez más una realidad. Por ejemplo, puedes ver aquí cuáles son las medidas del copago sanitario en Cataluña que ya se ha puesto en marcha.
Se reducirán becas en educación y aumentarán los precios de las matrículas universitarias.
Se aumentarán los peajes.
Se aplicarán subidas en el recibo de la luz, para contrarrestar el déficit de la tarifa eléctrica.
Habrá un aumento de los impuestos especiales que afectan a los carburantes, el tabaco y el alcohol, el juego y otros.