Si tienes el temor de perder tu trabajo y no sabes cómo calcular las prestaciones por desempleo, necesitarás saber primero si cumples con ciertas condiciones y requisitos para poder cobrar la prestación por desempleo.
Es importante saber el motivo del desempleo, si éste ha sido un despido, la terminación de un trabajo temporal, si has sido un trabajador fijo discontinuo o si renunciaste por cuenta propia debido a no aceptar tu traslado a otra localidad o algún cambio en tu horario laboral.
¿CUÁNTO COBRAR?
La cantidad de dicha prestación dependerá de lo que la empresa haya cotizado en todo el tiempo trabajado por ti a la Seguridad Social. Se calcula en base a la base reguladora, la cual se obtiene al dividir entre 180 la cantidad de dinero que la empresa cotizó para la seguridad social en los últimos 180 días antes de tu cese o despido, incluyendo por supuesto el periodo de vacaciones.
Para ello, es necesario que revises tus últimas 6 nóminas, correspondientes a los últimos 6 meses y busques en el apartado llamado “base de contingencias comunes”. Una vez identificadas las bases, tienes que sumarlas para luego dividirlas por 180 y así poder obtener la base reguladora diaria de la prestación por desempleo. A este total habrá que restarle dos cosas más: las aportaciones a la seguridad social y las retenciones del IRPF.
El INEM (Instituto Nacional de Empleo) calcula de todas maneras los cálculos, los cuales quedan sujetos a ciertos límites mínimos y máximos anuales. Cualquier duda que tengas, puedes concertar por teléfono una cita y podrán atenderte.
¿POR CUÁNTO TIEMPO SE RECIBE LA PRESTACIÓN?
Cuanto más tiempo hayas cotizado, más meses de desempleo podrás cobrar. Como mínimo, es necesario haber acumulado al menos 360 días trabajados para cobrar el desempleo. Por ejemplo, si trabajaste 270 días puedes cobrar aproximadamente 120 días (4 meses) de prestación, y si trabajaste 1850 días, podrás cobrar alrededor de 600 días (10 meses) de prestación por desempleo.