La escritura del japonés proviene de la escritura china, que fue llevada a Japón desde Corea, en el siglo IV. La escritura japonesa comprende tres sistemas de escritura clásicos y uno de trascripción. Aprender a escribir el japonés se antoja una tarea imposible si tenemos en cuenta que su alfabeto tiene más de 2000 caracteres. Cada carácter está compuesto por secuencias de pinceladas y trazos que se deben ejecutar de forma rápida y metódica. Puede llevar años aprender la escritura japonesa, pero adquirir las nociones básicas no es difícil, tan solo requiere un poco de práctica.
Como hemos dicho en la escritura japonesa hay tres alfabetos distintos. Por lo tanto hemos de decidir primero en qué alfabeto vamos a escribir. La mayoría de las frases en japonés se componen de una mezcla de kanji – el alfabeto de origen chino – e hiragana, un alfabeto fonético exclusivamente japonés. Un tercer tipo, el katakana, versión simplificada del haragana, se usa principalmente para vocablos extranjeros.
Para aprender la escritura del japonés es fundamental conocer la importancia y orden de los trazos. El orden en que se hacen los trazos de un carácter japonés es esencial para la caligrafía japonesa adecuada. Como regla general basta recordar que se escribe de izquierda a derecha y de arriba a abajo, pero más instrucciones específicas se puede extraer de los libros de caligrafía japonesa o recursos en línea.
Las líneas horizontales van antes de las verticales. La única excepción es cuando una línea horizontal forma la parte inferior del carácter.
También haremos una pausa en el final de las líneas horizontales. Dibujaremos líneas de centro vertical antes de inclinar líneas salientes. Cuando no hay rectas horizontales, trazaremos la línea central vertical del primer carácter. A continuación, dibuje las líneas dobladas que sobresalen de la línea central, comenzando con los del lado izquierdo.