Es una de las operaciones matemáticas más utilizadas y de las primeras que nos enseñan en la escuela, tras las sumas y las restas. Para multiplicar es necesario conocer las tablas de multiplicar. Pero la operación es mucho más sencilla. Además hoy en día a muchos se nos olvida multiplicar, en gran parte debido al uso masivo de calculadoras, que hacen que nos olvidemos de operaciones matemáticas básicas.
No es otra cosa que una manera simplificada de sumar un número en repetidas ocasiones. Os propongo un ejemplo, si hay que multiplicar 8 por 3, se suma el número 8 tres veces. A continuación os muestro algún ejemplo de multiplicación.
Vamos a utilizar como ejemplo multiplicar 4×5. Lo que equivaldría a sumar cinco veces cuatro, es decir, 4+4+4+4+4. El resultado será veinte, el mismo que si utilizaras una tabla de multiplicar o la calculadora, un instrumento que debes intentar utilizar el menor número de veces posible para evitar que tu mente se oxide de no ejercitarla con operaciones matemáticas tan sencillas como las multiplicaciones.
Otro ejemplo de multiplicación es multiplicar cualquier número por cero. En este caso utilizaremos como ejemplo 6×0. El resultado es cero. Siempre ocurrirá lo mismo con un número multiplicado por cero, puesto que siguiendo con el ejemplo el 0 siempre prevalecerá sobre el 6. Y al sumar 6, cero veces, el resultado como decimos será cero.
De niños nos enseñan a aprendernos las tablas de multiplicar de memoria para poder realizar estas operaciones de manera más rápida. De hecho en la cabeza de cualquier persona resuena la cantinela de nuestros compañeros de clase cantando las tablas de multiplicar 1×1=1 1×2=2 1×3=3 y así sucesivamente.
Se trata sin duda de uno de los recuerdos más inolvidables de la temprana época escolar de muchas personas y perdurará en la memoria de todos por mucho que pasen los años.