Algunos científicos dicen que es imposible leer la mente. Tal vez realmente no haya nada místico sobre el poder de leer mentes y todo se reduzca a la intuición humana basada en la observación y en conjeturas, pero eso no hace que sea una habilidad menos útil de aprender.
El primer paso es aprender a descifrar el lenguaje corporal. Por ejemplo, las pupilas tienden a agrandarse cuando estás interesado o emocionado por algo. Alguien que está inquieto o se muerde las uñas probablemente está nervioso. Alguien que cruza sus brazos probablemente está tratando de poner una barrera. Si tienen una posición hacia adentro con sus hombros hundidos, es probable que haya algo que no quieren que sepas. Existen muchas variables. Las pupilas grandes pueden también significar que sus ojos se dilataron recientemente y la inquietud puede ser el resultado de un consumo reciente de una bebida con mucha cafeína.
También es importante aprender a ponerte mentalmente en la posición del otro. Los científicos descubrieron recientemente que tu cerebro tiene neuronas que se encienden cuando observas a alguien hacer algo como si lo hubieras hecho tu mismo. Cuando eres capaz de abrirte a entender lo que la otra persona está sintiendo, eres capaz de descubrir las razones y anticipar reacciones, acciones e incluso pensamientos futuros.
Medita. La meditación ayuda a la disciplina de la mente para que puedas cambiar tu estado de conciencia a voluntad. Los psíquicos son más receptivos a las sensaciones cuando son capaces de pasar a un estado de conciencia relajada entre el dormir y la alerta completa.
Practica y combina todos estos pasos. Pronto te darás cuenta que eres capaz de intuir lo que pasa en la mente de otra persona incluso si es lo contrario de lo que están diciendo.