La historia de la navegación es muy antigua, se origina desde que los antiguos egipcios construían balsas de caña para transportarse a través del Río Nilo y las primeras canoas de los indios del Amazonas construidas con troncos atados, y se extiende hasta los más modernos barcos con motores de diesel.
La balsa y las embarcaciones pequeñas que se conducían por canales fueron el principio de los grandes viajes en barco. Estas pequeñas embarcaciones no contaban con ningún medio para ser impulsadas más que la fuerza humana al remar, este sistema fue utilizado por fenicios y vikingos unos 1200 años a.C., las embarcaciones eran grandes fortalezas de madera diseñadas para ir mas allá de los límites marinos establecidos con el fin de conquistar nuevas tierras o transportar productos de una región a otra; los primeros barcos no contaban con un mecanismo para ser impulsado más que una serie de remos que eran movidos por los hombres más fuertes o los esclavos.
Cientos de años más tarde, ya en el siglo XIX, se desarrolló el motor a vapor. Con este gran avance tecnológico se comenzaron a realizar viajes regulares con fines comerciales que impulsaron en gran medida el desarrollo de los países que contaban con embarcaciones. En un principio los motores consumían grandes cantidades de carbón y madera, con el tiempo el mecanismo fue modernizándose hasta que finalmente el motor de vapor se reemplazó con el motor de diesel que hoy en día es capaz de realizar viajes regulares en poco tiempo, no solamente con fines comerciales, también como un modo de entretenimiento lujoso.