El avión es una aeronave de ala fija autopropulsado. Debido a su velocidad, comodidad y seguridad, se ha convertido en un medio de transporte imprescindible para todo tipo de personas. El tipo de avión más usual es el monoplano, que cuenta únicamente con un solo par de alas, aunque también existen biplanos y triplanos. Por otra parte los monoplanos se pueden dividir en otras subcategorías dependiendo de cómo vayan unidas las alas al fuselaje. Las primeras concepciones y diseños de aeroplanos con los que surcar el cielo se remontan a la Edad Media, aunque estas primitivas concepciones no pasaron del papel. Los primeros vuelos tripulados se realizaron en vehículos menos pesados que el aire (como por ejemplo el globo), pero no fue hasta finales del siglo XVIII que el avión tal y como lo conocemos comenzó a tomar forma.
Fue en 1799 cuando Sir George Carley diseño un aeroplano de ala fija con sistemas de elevación, control y propulsión. En las décadas siguientes ingenieros e inventores desarrollaron los diseños de Carley, y algunos de ellos lograron elevar sus aparatos usando tracción animal a modo de impulso. A partir de 1880 se desarrollaron planeadores que usando la fuerza del viento lograron realizar algunos vuelos. Sin embargo el avión aun no había nacido. El alemán Otto Lilienthal mejoró estos diseños logrando varios vuelos exitosos.
El trabajo de Lilienthal fue fundamental para que a principios del siglo XX los hermanos Orville y Wilbur Wright desarrollaran una máquina más pesada que el aire capaz de volar por autopropulsión. El 17 de diciembre de 1903 los hermanos Wright realizaron dos vuelos, el primero de los cuales recorrió 37 metros en 12 segundos. Aquel vuelo inaugural es considero como el primer vuelo de avión de la historia. Por lo tanto no es aventurado señalar a los dos hermanos como los inventores del avión.