La bombilla de luz fue inventada en los 1800 y cambió la dinámica de la vida humana haciendo disponible una fuente de luz, conveniente y segura para las masas. También es responsable de gran parte de la infraestructura eléctrica establecida a lo largo del planeta. Durante la última parte de los 1900, las organizaciones ambientalistas identificaron por primera vez los componentes de la bombilla de luz como componentes peligrosos al agua y el suelo. Aunque ahora están presentes en distintas formas, la bombilla de luz aún ocupa un lugar prominente e importante en la sociedad moderna.
Las bombillas de luz utilizan distintas formas para producir los efectos de la luz, la forma tradicional en la que funcionan la bombilla es enviando electricidad mediante un filamento, otros tipos utilizan gases o productos químicos que reaccionan con la electricidad. Las bombillas de luz modernas utilizan un alambre sólido que se extiende a través de todo el bulbo y es encendido por una carga eléctrica.
Hay una variedad de tipos distintos de bombillas eléctricas que incluyen: las incandescentes, los tubos fluorescentes, las bombillas compactas fluorescentes, las de vapor de mercurio, las de halógenos metálicos, las de vapor de sodio alta presión, las bombillas de luz ultravioleta y luz LED.
A pesar de que hubo al menos 22 individuos conocidos que diseñaron y construyeron bombillas de luz a lo largo de los 1800, la mayoría de los historiadores citan a Joseph Wilson Swan y Thomas Edison como los inventores principales. La razón de esto es porque ellos descubrieron un filamento de más larga duración e implementaron una fuente eléctrica más sostenible.