El 19 de Septiembre de 1356 comenzó la batalla de Poitieres que enfrentó a Francia contra Inglaterra y representó una de las tres legendarias victorias de Inglaterra en la guerra de los cien años. A esta lucha se le llama también “Segunda batalla de Poitiers” ya que la primera se llevó a cabo en el año 732, cuando se enfrentaron Carlos Martel y su ejército sarraceno contra el ejercito francos, a la conocida batalla de Poitieres también se le conoce con el nombre de Batalla de Tours.
Hacia el año 1350 las rápidas y violentas chevauchées inglesas se enfrentaron a fuerzas francesas ya desgastadas con una nave terrestre llamada Crecy y una naval llamada Sluys. Las fuerzas inglesas llegaron atacando a grupos civiles, incendiando cosechas, matando indiscriminadamente y asaltando viviendas para después retirarse rápidamente a sus bases militares en la costa, dejando a los pobladores hambrientos y enfermos, condenados a la muerte. Las tropas francesas que se encontraban bastante debilitadas y tenían una forma de ataque más lenta no podían enfrentar a las fuertes tropas inglesas, la estrategia de ataque que tenían los ingleses se encontraba orientada a poner en contra a los franceses contra su propia corona.
Para 1356, el mismo Príncipe de Gales, Eduardo, se puso en marcha en un enorme chevauchée al que llamaron “El príncipe negro”, aunque en aquel entonces era tan sólo un joven de 26 años de edad, contaba con la educación y la experiencia suficiente para comandar a su propio pelotón y llevar aliento a las tropas que se encontraban en batalla. El área a la que lo comisionaron fue la ciudad de Burdeos.