Los mayas fue sin duda durante mucho tiempo una de las civilizaciones mesoamericanas más importantes de la historia. Los mayas habitaron en la zona que comprende los actuales territorios de Guatemala, Belice, Honduras, El salvador y cinco regiones de México: la región de Campeche, la de Chiapas, la de Quintana Roo, la de Tabasco y la de Yucatán.
Bajo dominio maya, la región llegó a contar con cuarenta y cuatro dialectos mayas diferentes y se puede decir sin lugar a dudas que aún hoy se pueden encontrar descendientes directos de dichos habitantes en estas regiones muestra inequívoca de la importancia de la civilización.
La sociedad maya estaba fuertemente jerarquizada en todos los aspectos de la vida. Estaba jerarquizada a nivel político, nivel religioso y a nivel social. Destacan también su avanzado nivel en campos como las matemáticas, la astrología e, incluso, la arquitectura.
El éxito de su expansión se debe según los historiadores a dos posibles hipótesis. La primera de ellas a que los mayas establecieron un sistema de ciudades-estado mediante la base del comercio y la agricultura lo cual les permitió dominar una extensa proporción de terreno. La segunda hipótesis establece que la rápida expansión se debió a la organización de la nación como un Imperio con todos los poderes centralizados.
Lo que se sabe a ciencia cierta es que el imperio maya entró en decadencia como consecuencia de las diversas rivalidades entre la casta política. Esto sumado a las derrotas frente los ejércitos invasores españoles hicieron que el imperio maya terminara por entrar en un declive del que no pudo sobreponerse, terminando por desaparecer.