La socialización es el complejo proceso, que se prolonga a lo largo de toda la vida del individuo, mediante el cual dicho individuo interioriza la cultura de la sociedad en la que vive. A través de este proceso los individuos adquieren los valores, usos y costumbres de la sociedad a la que pertenecen.
En este proceso se distinguen dos grandes fases: la socialización primaria y la socialización secundaria.
La socialización primaria es la más importante y tiene como objetivo introducir al sujeto en la sociedad, en el seno familiar. En la actualidad, también la televisión y la escuela son importantes medios de socialización primaria.
La socialización secundaria es un proceso posterior, en el que se asimilan otras instituciones de tipo laboral, política, religiosa, etcétera. Dentro de este proceso pueden producirse subprocesos de resocialización cuando el individuo se enfrenta a nuevas situaciones.
Por socialización anticipatoria se entienden los procesos de socialización previa a los que se ha sometido el individuo para prepararse a una nueva socialización o resocialización. En la socialización organizacional, se entiende la socialización anticipatoria como la fase previa a esta socialización, el bagaje adquirido anteriormente con el que el individuo se enfrenta a esta nueva tarea. Esta socialización anticipatoria está formada por los aprendizajes y experiencias previas que se han llevado a cabo en el seno familiar, las instituciones educativas, en el grupo de amigos o en el mundo laboral. Este concepto es clave en la sociología del trabajo.
También, en un sentido más amplio, se llama socialización anticipatoria al conjunto de prácticas que lleva a cabo un individuo que se prepara para su inserción en una nueva cultura. Por ejemplo: aprender el idioma de otro país si vamos a mudarnos.