Cómo rezar el rosario

Rezar es una actividad devocional a la que debes dedicarle tiempo y entregarte por completo. Al rezar, abres tu corazón y tu espíritu para dirigirte a Dios, nuestro Creador. Debes procurar que esta conexión sea auténtica y reflexiva, por ello el Rosario de la virgen María, que invita a meditar acerca de los misterios que constituyen la base de nuestra fe cristiana es una de las formas más populares que la práctica del rezo ha adquirido. En su carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, el Papa Juan Pablo II confiesa que se trata de su oración preferida e insta a los fieles de la Iglesia a rezarlo día a día.

Dada la gran extensión del cristianismo en el mundo, pueden existir algunas diferencias según las regiones y devociones, pero en esencia todas tienen en común tres oraciones principales: el Padrenuestro, para dirigirnos a nuestro Santo Padre, el Avemaría para saludar a la Virgen y el Gloria, por la Santa Trinidad.

El modo más usual de rezar el rosario suele ser rezar cada día cinco veces diez avemarías, lo que equivale a decir cinco décadas. Como ya fue mencionado, parte esencial del rezo del Rosario es la meditación acerca de los misterios, que son 20: 5 gozosos, 5 luminosos,  5 dolorosos y  5 gloriosos*. A cada día le corresponde uno de los cuatro grupos y diariamente deben contemplarse cinco misterios. Los lunes y sábados, se meditan los cinco misterios gozosos; los martes y viernes, los dolorosos; los jueves, los luminosos; y los miércoles y domingos, los gloriosos:

Debes comenzar a rezar el rosario desde la Cruz, persignándote, realizando la señal de la cruz y pronunciando:

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.

Comienza por la primera cuenta del Rosario rezando un Padrenuestro:

Padre nuestros que estás en los cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo. Dános hoy nuestro pan de cada día, perdona a los que nos ofenden cómo también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

En las tres pequeñas cuentas siguientes, deberás rezar 3 Avemarias:

Dios te salve María, llena eres de gracia. El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Y llegarás a la medallita con un Gloria:

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Debes anunciar el primer misterio sobre la medallita y rezar un Padrenuestro. Allí comenzarás a rezar un Avemaría por cada cuenta pequeña hasta llegar a la mayor. Esa secuencia constituye una década y se repetirá otras cuatro veces meditando sobre los restantes misterios que correspondan según el día, concluyendo siempre el rezo con un Padrenuestro.

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MISTERIOS GOZOSOS

1. La Encarnación del Señor

2. La Visitación de la Virgen Maria a Santa Isabel

3. El Nacimiento de Jesús

4. La Presentación en el Templo

5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo

MISTERIOS DOLOROSOS

1. La Oración en el Huerto

2. La Flagelación del Señor

3. La Coronación de espinas

4. El Camino del Monte Calvario con la cruz a cuestas

5. La Crucifixión de Cristo

MISTERIOS GLORIOSOS

1. La Resurrección de Jesús.

2. La Ascensión del Señor a los cielos.

3. La Venida del Espíritu Santo.

4. La Asunción de la Vírgen Maria a los Cielos.

5. La Coronación de la Santísima Virgen.

MISTERIOS LUMINOSOS

1. El Bautismo de Jesús.

2. La Revelación de Jesús en las bodas de Caná.

3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.

4. La Transfiguración.

5. La institución de la Eucaristía.

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Categorias: Religion
Ultima modificación: 07/02/2012