Así como la piel va regenerando sus células, lo mismo lo hacen cada uno de nuestros cabellos, al cabo de cierto tiempo, generalmente cada tres años e incluso durante primavera y otoño de cada año dependiendo de cada persona. Durante éstas épocas se renueva con nuevos pequeños cabellos que surgen del folículo piloso, significando esto que debe haber una caída regular del cabello a causa de su propio ciclo de vida, lo cual es absolutamente normal, lo que puede notarse al peinar o lavar la cabellera.
Sin embargo, puede ocurrir en ocasiones, que esta caída o renovación de los cabellos se incremente de manera tal que llame la atención lo suficiente como para considerar alguna otra razón más por la que ésto pueda estar sucediendo, como cuestiones genéticas, mala nutrición, estrés, enfermedades, tratamientos médicos, entre otros factores, que pueden llegar a debilitar la raíz del cabello haciéndolo más vulnerable al desprendimiento. Es importante consultar con un médico cuando note estos cambios bruscos en el cabello, para evitar que el problema se agudice.
Afortunadamente existen medidas que usted mismo puede tomar para evitar que cambie el ritmo natural de renovación normal del cabello para lo que deberá cambiar su estilo de vida incluyendo nuevos hábitos alimenticios en su dieta, consumiendo mayor cantidad de aminoácidos, vitaminas, minerales y proteínas.
También deberá realizarse masajes frecuentes al cuero cabelludo, al menos un par de veces al día, mientras lava su cabello o antes de acostarse; asegúrese de utilizar productos de higiene personal que no sean agresivos con la delicada piel del cuero cabelludo, hágase tratamientos con mascarillas a base de ingredientes naturales que nutran su piel y su cabello.
Y por último, pero no menos importante, evite el estrés.